Bruselas, un viaje sin desperdicios (II)
El Sábado, cañero, fue cañero. Y de impresión. Un montón de gente de veintitantos paises reunidos en una Sala de Plenos, con políticos, montones de medios de comunicación y yo alli, esperando el desenlace.
En consecuencia varios medios de comunicación pidieron mi opinión, y ante tal lance me decidí. Les solte el "discurso". Si, copón, que se entere la gente.
A jaja, como no a las 11 el cafelillo no podia faltar, y ya , mi mente alborotada por tanta cafeina. Entablo conversación con un periodista frances que se interesa por mi discurso y sus aficiones bien se parecen a las mias, lleva un careto resacoso de un par de huevos. Pero que mandangas, es joven que disfrute ahora que puede. Me encuentro por la tarde con él y satisface una de mis necesidades mas primarias, que oviaré aquí por no ser trascendentes.
Se hacen las 12 poco mas, y nos vamos a comer. Que?, cuando tiro mano no quedan mas que tres minibocdillos de fiambre que devoro en pocos segundos, por fin algo de comida conocida. Pero solo tres medios, que escasez. Asi que dando una vuelta en busca de papeo consiguo otros tres medios minis que igualmente casi me atragantan.
En fin acabamos de comer y tras unas cuantas monsergas ya consabidas se cierra EL ENCUENTRO, sin mas pena que gloria, con muchas mas cosas que contar de las que me abstraigo para no ofender a "la gente que tiene la mente carcomida por el virus de la ignorancia" que padecen y sufren bastante ellos de por si. Dios los bendiga a tod@s.
A eso de las 3 de la tarde, pues como toca nos vamos a dar un rule por Bruselas, que no puedo omitir que es preciosa. Bueno mas que un rule, fue un rulazo, hasta las 8 dando tumbos por los centricos callejones, famosas plazas donde la gente es de lo mas espontanea. Por cierto coincimos con una concentración de GAYS que fue de lo más. Hasta me hice una afoto bailando con unas "colegillas", cuando la tenga ya la pongo, ya.
Un sin vivir, gente y mas gente, y nosotros buscando bombones, aqui, alli, enta no, en esta si. Que deterioro para mi espalda. Estoi a punto de dimitir. Pero no, quiero ver aunque solo sea un poco. Y a paso ligero mas que paseando se hace la hora de ir al Restaurante, esta vez es un pequeño palacio acondicionado como Restaurante de algo mas que lujo.
Pero lo cortes, no quita lo valiente, y la cena , pues que se yo, pues un tomate relleno de gambitas, y de segundo una pechugita de pollo con una salsa de a saber que. Ya, mas cafe para ver si consigen rematarme, pues a estas horas aun nos queda caminar hasta el metro y de hay al Hotel.
A cuatro patas, si, si. acuatro patas consigo llegar al hotel, y con una cara de pasmao errante que no tengo mas remedio que suubirme a la habitación. No se si mañana podre levantarme, porque encima hemos de estar a las 7 de la mañana del Domingo en la parada de autobuses para llegar al aeropuerto pues nuestro vuelo sale a las 9 y veinte. Os cuento, os cuento mas.